
La Generación Z Paraguay protagonizó una de las protestas más polémicas del año cuando, el lunes 29 de septiembre de 2025, cientos de jóvenes se concentraron en el microcentro de Asunción y se produjeron 31 detenciones y ocho agentes policiales heridos, según informó la Policía Nacional de Paraguay. La manifestación, organizada por el colectivo autodenominado Generación Z Paraguay, buscaba exigir reformas educativas y mayor participación juvenil en la toma de decisiones.
Contexto y antecedentes del movimiento Generación Z
El movimiento emergió a finales de 2023, tras la aprobación de la reforma universitaria que limitó becas y aumentó la matrícula en varias instituciones públicas. Desde entonces, varios grupos de estudiantes han utilizado redes sociales para convocar a protestas, pero la del 29 de septiembre fue la primera en ocupar el corazón comercial de la capital. Según el analista político María Fernández, "la generación Z se siente marginada y ha aprendido a usar la calle como aula de presión política".
Desarrollo de la manifestación del 29 de septiembre
La jornada comenzó alrededor de las 9:30 a.m., con pancartas que pedían "educación sin cuotas" y "participación real". Los manifestantes marcharon por la Avenida Azara, donde inicialmente no hubo incidentes mayores. Sin embargo, a medida que la concentración creció, algunos jóvenes comenzaron a romper los cristales de locales comerciales y a lanzar objetos contra los efectivos policiales. El Juan Agüero, comisario y director de Policía de Asunción informó que la situación se volvió "totalmente crítica" a las 11:00, obligando a los agentes a intervenir con medidas de dispersión.
Según el comunicado oficial, 29 de los 31 detenidos fueron hombres y dos mujeres; entre ellos, varios portaban cuchillos y objetos contundentes. Tres de los aprehendidos ya tenían órdenes de captura en vigor, mientras que otros presentaban antecedentes judiciales. Uno de los casos más llamativos fue el de una mujer que intentó cruzar el vallado policial para acercarse al Congreso Nacional y, según la Policía, amenazó con "inyectar VIH" a los agentes y a los manifestantes.
Respuesta de la Policía Nacional y cifras de detenciones
El Carlos Benítez, comandante de la Policía Nacional sostuvo en una rueda de prensa que "no fue una represión, sino una restauración del orden público". El informe de la Policía indica que ocho oficiales resultaron heridos: siete mujeres y un hombre, con traumatismos en brazos, piernas y cabeza que fueron atendidos de inmediato en hospitales locales.
El comisario Agüero aclaró que, al cerrar la jornada, el microcentro quedó "totalmente despejado y normalizado", permitiendo la reanudación de la actividad comercial. Todos los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, que determinará sus situaciones procesales en los próximos días.

Posturas de los defensores y denuncias de abuso
Los abogados que acompañaron a los jóvenes arrestados levantaron fuertes señalamientos. El abogado defensor Rolón Luna declaró que varios de sus clientes presentaban "rastros de golpes" que contradecían la versión oficial de la Policía. "Tememos que se les implanten pruebas", advirtió, añadiendo que "no había armas en sus manos" y que existen docenas de grabaciones que, según él, muestran a los uniformados iniciando la violencia.
Rolón Luna también criticó la ausencia de fiscales en la escena; según su relato, a las 10:20 a.m. del lunes 29 de septiembre nadie del Ministerio Público apareció para ofrecer explicaciones. "La Fiscalía está capturada por el poder", afirmó, reflejando una profunda desconfianza en las instituciones judiciales.
Impacto y reacciones en la sociedad paraguaya
La noticia generó una ola de comentarios en redes sociales. En Twitter, el hashtag #GenZAsunción alcanzó más de 150.000 tuits en 24 horas, con opiniones que van desde el respaldo a los jóvenes hasta la condena a la supuesta brutalidad policial. Organizaciones de derechos humanos, como la Comisión Paraguaya de Derechos Humanos, solicitaron una investigación independiente del uso de la fuerza.
Por su parte, el Gobierno municipal de Asunción anunció que reforzará la presencia policial en el centro histórico durante los próximos meses, pero prometió que se revisarán los protocolos de intervención para evitar nuevos enfrentamientos. "Nuestro objetivo es garantizar la seguridad de los ciudadanos y el ejercicio legítimo del derecho a la protesta", señaló el intendente Mario González.
Qué sigue: procesos judiciales y medidas de seguridad
Los 31 detenidos permanecerán bajo custodia preventiva mientras el Ministerio Público evalúa la procedencia de cargos. Se espera que, en la próxima semana, el fiscal a cargo abra una audiencia preliminar para determinar la posibilidad de libertad bajo fianza.
En el plano policial, la Dirección de Seguridad Ciudadana anunció la implementación de un nuevo manual de actuación en protestas, que incluye la prohibición de uso de armas de electrochoque sin autorización judicial previa. Además, se instalarán cámaras de vigilancia en la Avenida Azara para documentar futuros incidentes.

Preguntas frecuentes
¿Cuántas personas fueron detenidas durante la marcha?
La Policía Nacional informó que 31 manifestantes fueron aprehendidos, de los cuales 29 eran hombres y 2 mujeres. Tres de ellos ya tenían órdenes de captura vigentes.
¿Qué lesiones sufrieron los policías?
Ocho agentes resultaron heridos, siete mujeres y un hombre, con traumatismos en brazos, piernas y cabeza. Todos recibieron atención médica inmediata en hospitales de la capital.
¿Qué acusa el abogado Rolón Luna a la Policía?
Rolón Luna sostiene que sus defendidos presentan marcas de golpes que contradicen la versión policial, y alega que existen videos que muestran a la Policía iniciando la violencia, además de temer la plantación de pruebas.
¿Cuál es la postura oficial del Gobierno local?
El intendente de Asunción, Mario González, anunció reforzar la seguridad en el centro histórico y revisar los protocolos de intervención policial para proteger tanto a manifestantes como a la ciudadanía.
¿Qué medidas se contemplan para futuras protestas?
La Dirección de Seguridad Ciudadana introducirá un manual que prohíbe el uso de armas de electrochoque sin autorización judicial y se instalarán cámaras de vigilancia en la Avenida Azara para documentar cualquier nuevo incidente.
Sebastian San Martin
¡Basta ya de que la policía se convierta en una piñata humana, k no se dan cuenta que los chiquitos también tienen voz!
Esta masacra en Azara muestra que el Estado no quiere escuchar a la Generación Z.
Los estudiantes no buscan violencia, buscan educación sin cuotas.
Si seguimos con represión, solo se avivará la furia de los jóvenes.
¡Despierten ya, políticos, antes de que la calle se convierta en un campo de batalla!
La solución pasa por el diálogo, no por revólveres.
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