
Thunder impone su ley y Minnesota queda contra las cuerdas
Oklahoma City Thunder dio otro golpe de autoridad en la final de la Conferencia Oeste. En un partido donde pocas cosas le salieron mal, se impusieron 118-103 sobre Minnesota Timberwolves y aumentaron la presión con un 2-0 en la serie. Para Oklahoma, este momento marca su regreso a la última ronda del Oeste por primera vez desde 2016, y lo hacen mostrando una madurez inesperada frente a un equipo de Minnesota que había arrasado en rondas previas.
Desde el inicio, el Thunder tomó el control a base de ataques certeros y posesiones bien calculadas. En particular, el dúo estelar de Oklahoma ejecutó cada jugada con inteligencia, moviendo el balón y encontrando tiros abiertos en momentos clave. Tras ganar también con solvencia el primer duelo (114-88), los de Oklahoma lucen decididos a cumplir los pronósticos que ya los sitúan como favoritos absolutos en la serie, con una probabilidad de triunfo tan abrumadora que las casas de apuestas les dan un -5000.

Minnesota busca el milagro en casa
Los Timberwolves venían con un récord de 8-2 en postemporada, alimentando esperanzas de una temporada histórica. Pero esto no se ha traducido en resultados sólidos frente a los Thunder, que han aprovechado cada mínimo error de los de Minnesota. La frustración empieza a hacerse notar en el banquillo, sobre todo tras recordar la eliminación del año anterior contra los Mavericks, que aún pesa en la memoria del club y sus aficionados.
Aunque los Wolves poseen una plantilla aguantadora y talento joven, la presión de revertir el marcador en casa será máxima cuando reciban a Oklahoma en el crucial tercer partido, programado para el 24 de mayo. La serie ahora cambia de escenario y Minnesota sabe que no tiene margen para relajarse: cada pérdida del balón y cada desacierto puede costarles la temporada.
- El tercer encuentro se jugará bajo la presencia de un público ansioso por una remontada.
- Las fechas de los posibles sexto y séptimo partidos quedan en el aire, programadas para el 30 de mayo y 1 de junio, respectivamente.
El Thunder llega embalado, buscando sentenciar a domicilio y con una confianza que puede ser determinante ante unos Timberwolves tocados pero no hundidos.
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